LEYENDA
Los fantasmas de la facultad:Uno de los edificios que hoy alberga la facultad de Filosofía y Letras de la universidad de Córdoba fue antiguamente un hospital, del que quedan rastros en el suelo, como los railes con los que se movían las camillas de los enfermos. Dicen que el terror de los enfermos que ocuparon sus camas hace años se siente hoy día entre sus paredes.
Muchos testimonios actuales hablan de personas adultas que vagan por los pasillos con la cara picada de viruela y medio cojos, o de niños de 6 años que salen corriendo de un aula a otra y desaparecen por arte de magia. Esas historias son contadas por vigilantes y limpiadoras que casi siempre empiezan o acaban su turno en la más absoluta oscuridad de la noche. Verdad o no, lo que está claro es que esta facultad tiene un halo de misterio que supone una de las más terroríficas leyendas de Córdoba ciudad.
Los fantasmas de la facultad:Uno de los edificios que hoy alberga la facultad de Filosofía y Letras de la universidad de Córdoba fue antiguamente un hospital, del que quedan rastros en el suelo, como los railes con los que se movían las camillas de los enfermos. Dicen que el terror de los enfermos que ocuparon sus camas hace años se siente hoy día entre sus paredes.
Muchos testimonios actuales hablan de personas adultas que vagan por los pasillos con la cara picada de viruela y medio cojos, o de niños de 6 años que salen corriendo de un aula a otra y desaparecen por arte de magia. Esas historias son contadas por vigilantes y limpiadoras que casi siempre empiezan o acaban su turno en la más absoluta oscuridad de la noche. Verdad o no, lo que está claro es que esta facultad tiene un halo de misterio que supone una de las más terroríficas leyendas de Córdoba ciudad.